Nunca es demasiado tarde para elegir lo correcto,
para retomar el camino y
emprender el vuelo.
Nunca es demasiado tarde para entregar amor,
para pedir perdón y
reconocer un error.
Nunca es demasiado tarde para aceptar un desafío,
luchar por un sueño y
apreciar a los que has descuidado.
Nunca será demasiado tarde para volver a casa
y abrazar a los tuyos como jamás lo has hecho.
No es demasiado tarde porque aún hay vida ,
porque aún Cristo está para salvar y rescatarte...
